Pancho Lara es un compositor de canciones nacionales, el más feliz intérprete cancionero que nos ha nacido: su canción es fiel, nacida del grato dolor de una soledad interna sin más ambiciones que aquella loable de atrapar mariposas lindas del terruño, mostrarlas entre los dedos trémulos de emoción y soltarlas entre la gente niña.
Pancho Lara nació en Santa Ana, el 3 de Diciembre de 1900. Fue bautizado en la ciudad de Armenia (departamento de Sonsonate) con el nombre de Francisco Antonio Lara Hernández. Francisco fue el menor de 7 hermanos, sus padres Doña Angelita Hernández de Lara, originaria de San Vicente y Jeremías Lara, originario de Santa Ana. Pancho Lara contrajo matrimonio con Rogelia Rivera, con quien procreó tres hijos.
Eterno enamorado de su terruño, le dedicó muchas de sus composiciones musicales a la naturaleza y a los pueblos que sobresalieron por alguna actividad comercial o de comportamientos tradicionales. Asimismo, dedicó canciones a los trabajadores del campo, quienes con su fuerza muscular y con el sudor sagrado de sus frentes, ganan el sustento para su familia. Pancho Lara, con su guitarra bajo el brazo, visitaba las escuelas, en donde ejecutaba sus canciones y las enseñaba a los niños, principalmente las de corte infantil, entre ellas: El sapito dorado, El piojo, El conejito, Los zompopitos, entre otras.
Pancho Lara viajó por toda Centroamérica, Panamá, México y España, promoviendo su música y entregando su vida al arte. Murió el 5 de mayo de 1989, a la edad de 89 años.
Entre sus obras más populares destacan y relacionadas con la tradición del café:
*El carbonero y Las cortadoras
*Jayaque y Flores del boquerón.
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